El sonido de una obra de teatro
El sonido es tan importante como la obra en sí misma. De nada sirve todo lo que realices si al final no se escucha bien. Es primordial. En una obra hay varios puntos de sonido a tener en cuenta:
La voz
El primero de todos los sonidos es la propia voz del actor. La voz del actor es el 50% del personaje. Si no puedes escuchar y entender lo que dice el actor, ese actor no servirá de mucho en la obra. A no ser claro, que tu intención sea que no se le entienda nada. Para que al actor se le escuche bien, deberá saber y conocer que entonación, ritmo, y volumen darle al personaje. Pero sobre todo su dicción. La dicción es lo más importante.
Un consejo para mejorar la dicción es leer en voz alta. Este sencillo ejercicio es muy efectivo y te ayudará a mejorar muchísimo.
La música
Si haces un musical y tienes música en directo, recuerda que la música en directo suena muy fuerte. Si los actores no tienen micrófono, la música tapará sus voces. En todos los grandes teatros tienen un foso para la orquesta. Normalmente en los centros culturales y teatros pequeños, no tienen. En estos luagres se recomienda colocar a la orquesta en la parte trasera del escenario.
Si usas música grabada, como canciones, karaokes o pones música de ambiente, recuerda que tienes que probar todo el sonido. No es lo mismo el volumen de un playback que de un karaoke. Y ni que decir de la música de ambiente. Y no es lo mismo lo que se escucha desde la cabina, si está arriba o cerrada, que desde el patio de butacas donde se sienta el público. Prueba toda la música y muévete entre las butacas para comprobar si se escucha bien.
Si vas a cantar, siempre recomiendo que el actor use micrófono, para que se le escuche bien sobre la música.
Los efectos de sonido
Pueden ser muy importantes para una obra. Un portazo, unas campanas, un aullido de lobos o un simple silbido. Todos los sonidos que incluyas en una obra también tendrás que probarlos. Es imposible que el sonido de un vaso que se cae suene más fuerte que un viento huracanado. Deberás adaptar el volumen de cada sonido según la importancia y la intensidad que quieras darle.
Recuerda siempre comprobar cada sonido de tu obra de teatro.